
2014

2014
INEM "Luis López de Mesa"
Tercera edición - Año 2014











A PROPÓSITO DEL CONVERSATORIO EL LIBRO QUE MARCÓ MI VIDA
Ramiro Moscoso
Docente Español y Literatura
En el 2007 Bogotá celebró, una vez más la Feria del libro teniendo como invitado alpremio nobel de literatura José Saramago quien además de ratificar la importancia de este evento nacional, valoró el esfuerzo de promoción lectora que se hace en un país latinoamericano como Colombia, sobre todo si se tiene en cuenta que, según informe de la CERLALC (Centro Regional para el fomento del libro en América latina y el caribe) un colombiano en promedio lee menos de dos libros al año, ubicándolo como el tercer país que menos lectores tiene en Latinoamérica por debajo de países como Argentina, Chile y rasil, superando apenas a Perú y México. Además este estudio sostiene que la razón para no leer radica en la falta gusto por la lectura y que la mayoría de los que leen lo hacen por exigencia de tipo académico o profesional.
Diríamos pues que el goce por leer está en vía de extinción y que la lectura está cambiando sus fines dejando el libro al nivel de una herramienta metódica y mecánica, un manual que nos convierte en pieza tirable en este mundo competitivo ; que arrasa con el pensamiento autónomo y renovador, con los sueños, con la imaginación creadora y transformadora, con la posibilidad, con el quizás, con la duda, pero sobre todo con las palabras que nacen en lo profundo; robándonos la conciencia y adhiriéndonos a la macabra masa, sumergiéndonos en la caverna, haciéndonos cada día más manipulables y adaptables a un sistema de tontos útiles.
El texto existe y su función se renueva con nuestra historia, ya que el mismo es proyección de vida, surge creativa y misteriosamente de la experiencia del autor que se reconstruye con la del lector y se re-significa con la experiencia de los demás. De esta manera surge la necesidad de plantear espacios para que el libro sea lo que es un instrumento para el arte y la cultura.


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En el colegio INEM preocupados por hacer del libro algo más que una herramienta moldeadora o de condicionamiento y con el interés de abrir espacios que promuevan el gusto por la lectura se llevó a cabo el miércoles 30 de octubre del 2013, durante el marco de la semana cultural Inemita, el primer conversatorio “El libro que marcó mi vida” un espacio generado con el ánimo de promover la lectura como una actividad para el goce y como aquella actividad capaz de constituir criterios de vida. Pudimos contar entre los asistentes al evento con Docentes del área de Humanidades español, docentes de todas las áreas, estudiantes y egresados quienes coincidimos colectivamente en la gran importancia e influencia que han ejercido los libros a lo largo de nuestra vida personal y profesional.
Dentro de los asistentes a este evento, que realizo en dos jornadas una en la mañana y la otra en la tarde, contamos con la grata presencia del licenciado Álvaro Beltrán, quien se desempeñó como jefe deldepartamento de español durante más de 20 años quien nos compartió su cercanía con los libros haciendo énfasis en que este ejercicio incentiva la renovación metodológica y didáctica de los formadores además nos comentó que buscando que sus estudiantes no sintieran la lectura como la obligación se encontraron con el libro “Derecho a no leer” de Daniel Penac y que motivados por dar argumentos para no leer terminaron leyendo y disfrutando más que si se lo hubieran propuesto. A lo que agregó “la obligatoriedad de la lectura puede incitar las posibilidades del lector” diríamos hacer del libro y de la lectura el primer amor, un acto que nos hace más sensibles y críticos a la realidad. Asistió también la ex alumna Andrea Gutiérrez, y contamos con la participación destacada del estudiante de grado once de la modalidad de administración Clark Yesid Wilches. Por parte del departamento de sociales, intervino la licenciada Ligia Chaves quien recordó su experiencia con la obra Las mil y unas noches, evocando parte de su niñez.
En la jornada de la tarde la convocatoria de docentes al evento fue bien atendida. Los docentes asistentes compartieron experiencias muy interesantes y conmovedoras sobre su cercanía con la lectura y con ese libro que dejo huella, ya sea porque nos recuerda a nuestros seres queridos o porque se convirtió este en un gran compañero de camino. En conclusión es difícil decir que un solo texto es el esencialmente importante, ya que la literatura se nos muestra en posibilidad y variedad, según el licenciado Carlos Pareja, jefe del departamento de español, “como esa orilla a la que llegamos al cruzar el rio y desde la cual seguimos lanzándonos para encontrarnos con esas que no creíamos existían” o tal vez, como lo mencionó Andrea Gutiérrez: “encontrar que ese libro fue nuestro primer amor, nos acercó a la lectura, pero que no siempre fue el último y definitivo”.
